Un niño con los pies descalzos, jugaba en la arena del jardín trasero de su casa. Sus ropajes estaban rebozados en arena cuan croqueta. Era un día primaveral y el niño sonreía mientras hacía un castillo.
Estaba casi acabándolo cuando vino un gato todo espantado, corriendo y maullando. El sonido del gato aterrorizado hizo que el alma del niño se turbara.
De pronto llegó su padre corriendo, cogió al niño en brazos.
- No te preocupes cariño, todo saldrá bien.
La felicidad que embargaba al niño minutos antes se transformó en tristeza, y rompió en llanto.
- Cállate Azael o nos van a oír.
El niño seguía llorando con gran estruendo.
El padre corría con el niño en brazos, como huyendo de algo. Pero le fue inútil, en la mitad del camino hacia la salida de la finca, un soldado los interceptó haciendo que padre e hijo cayeran sobre el césped.
El padre recibió un culatazo del soldado, con un rifle que lo dejó inconsciente, el niño lloraba desconsoladamente.
El soldado lo miró, con desprecio, con asco.
Azael temblaba de miedo, y lloraba casi inaudiblemente pues no le salía ningún ruido de la garganta de lo desconsolado que se hallaba.
El soldado, se miró una manga de su uniforme y vio que esta estaba manchada de sangre.
- ¡No me jodas! Asqueroso judío, me vas a pagar la tintorería –y le pegó una patada al padre de Azael.
Esta reacción del soldado hizo que el llanto del niño se pronunciase.
- En cuanto a ti, eres inútil para Alemania.
Cogió su rifle y le pegó un tiro en la frente. El cuerpo inerte del chico cayó sobre el de inconsciente padre.
El soldado sacó el polvo de su esvástica y sacó el niño de encima de su padre.
- Este ya no se dará una ducha.
magnífico, o gris non para, nin cesa.
ResponderEliminarcris
Siempre dando el punto diferente ;) ..(Iris)..
ResponderEliminarMe alegro de que comentarais y que os gustase, de esta "obra" estoy orgullosa, y me encantó que me la leyerais, gracias :D
ResponderEliminarUn beso pequenas!! ;D