miércoles, 18 de enero de 2012

Feliz en la mentira

Ya no hay vuelta atrás, lo hecho, hecho está, ya no sé mirarte a la cara, pues es como si tuviera que pedirte perdón con cada palabra, no me siento bien conmigo misma desde entonces, te rehúyo, hago que no te veo, no te saludo, pues en el fondo creo que si no te saludo te vas a olvidar de mí; que a mí no me importa que yo lo recuerde pues, soy yo, y estoy acostumbrada a recordar cada uno de los malos momentos de mi vida.
 
Tu confianza ya no confía en mí, es normal, yo lo veo muy normal, dado que abusé de mi poder, del poder que me da ser gris, ser transparente, no más que una sucia vagabunda, soy lo que soy, y con ello convivo ya desde hace más de 19 años pues estoy acostumbrada a mí misma, pero nunca me perdonaré que hubo un tiempo en el que te quise en mi vida.
 
Si alguna vez hubieras entrado en mi vida, serías una persona triste, dado que mi vida solo implica tristeza, la más profunda de las tristezas, y realmente no deseo eso para ti.
 
Eres buena persona, y yo soy consciente de ello, pero siéndolo o no me haces mucho daño con cada una de tus palabras.
 
Ya no puedo más, sé que tengo que dejarte ir, pero a veces vislumbro un poco de esperanza y me quedo esperando por si vuelves a aparecer... Pero nunca vuelves... Y lo peor de todo es que me cuentan que ahora eres feliz, que otra alcanzó que tú fueses feliz, no lo entiendo, pues yo intenté hacerlo y no me dejaste, y entonces es cuando rememoro que esa es una de mis limitaciones, la limitación más grande de todas, que no soy ni tan guapa ni tan agradable ni tan lista ni tan...
 
Gracias por todo, fui feliz en la mentira, pero yo creo que es justo ser feliz en la mentira quien siempre en la verdad fue desdichado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario