viernes, 20 de enero de 2012

REJAS DEL ALMA

Y el fuerte vendaval me vuelve a arrollar, una y otra vez contra las rocas, como antaño, solo pienso en lo que hice y en lo mal que lo hice, que todo fue en vano y que la tormenta siempre se terminará apoderando de mi trabajo.

A veces vislumbro un haz de luz que entra por entre los postigos de esa ventana que anclé en mi corazón, a veces, solo a veces. Pues que triste es darse de cuenta de que ese resquicio de respiro no es más que un fantasma del pasado, que ya nada bueno puede sucederte pues te has podrido por dentro y tu vida no es más que el residuo que dejó la vida que alguna vez hubo.

Lloro, lloro por dentro y por fuera, lloro, lloro por ti, por mí y por todo el mundo, pues en este planeta en el que a nadie más le importan los demás, tiene que haber alguien que llore y esta vez me ha tocado a mí. Pero bueno, sueño con que en mi próxima reencarnación sea un feliz ruiseñor que se dedica a revolotear por entre los árboles, o quizás una fría serpiente sin sentimientos capaz de ignorar al mundo que la rodea, o quizás simplemente en este universo siempre me toque ser una triste ignorante del mundo, que juega a ser buena y a ser una Diosa para cada una de las personas que la conocen.

Estoy cansada de todo, estoy cansada de reír falsamente, y de llorar verdaderamente. Estoy cansada que las únicas sonrisas sinceras no se aprecien, y que las lágrimas de mentira sean tomadas como realidad.

Estoy cansada de esta máscara que lentamente he ido creando con cada una de mis acciones, estoy cansada, quiero ser yo misma, quiero poder ser yo misma sin que nadie me juzgue y sin que importe si sonrío o si lloro, que lo que importe es lo que hago y lo que demuestro cada día de mi vida.

Puedo lamentar y lamento, la mayoría del transcurso de mi vida, encerrada detrás de estas rejas que ya no me dejan ver nada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario